IMPACTOS DE LOS SINDICATOS EN
COLOMBIA
En Colombia, al igual que en otros países de
América Latina, Norteamérica y Europa, trabajadores con las mismas
características (educación, edad, sexo, composición del hogar, sector
económico, ciudad de residencia, características del mercado laboral en el que
se desempeñan, etc) enfrentan diferenciales salariales que favorecen a los
empleados sindicalizados. El diferencial oscila entre el 3% y el 5% del salario
mensual y entre el 15% y el 16% del salario por hora. Al observar el efecto
entre los empleados del sector privado, el diferencial salarial se incrementa y
oscila entre el 22% y el 27% del salario mensual y entre el 52% y 56% del
salario por hora.
Estos resultados nos llevan a
explorar si el diferencial tiene efectos sobre la distribución del ingreso. Esta
pregunta es de gran trascendencia para evaluar el impacto de la acción de los
sindicatos sobre el bienestar. Si este es el caso, puede afirmarse que estas
instituciones laborales tienen un efecto negativo sobre el bienestar general de
los empleados. El l 4% de la desigualdad en los salarios de empleados en
Colombia se explica por los sindicatos.
El hallazgo es preocupante y
confirma la tesis de Kuhn y Marquez (2005) sobre la evidencia para América
Latina de que los sindicatos son una “elite” de profesionales cuyo efecto sobre
el mercado laboral es aumentar la dispersión salarial, contrario a lo que
sucede en otros países como Estados Unidos y Canadá. Por último, vale la pena abrir la discusión
sobre la conveniencia de la acción sindical en un país con las características
socioeconómicas de Colombia y la evidencia de este estudio sobre los efectos de
los sindicatos en la distribución del ingreso. La discusión se centra en el hecho
que estas instituciones se presentan como defensoras de los trabajadores y en
representación de los empleados más “vulnerables”, Los sindicatos operan para
el beneficio de grupos de profesionales, lo cual genera mayor desigualdad.
Con respecto al género, la
mayoría de los empleados sindicalizados en Colombia son hombres, no obstante,
la participación de las mujeres ha venido creciendo, pasando del 28% en 1984 al
36% en el 2000; después de éste año, la participación fue del 63% para los
hombres y el 37% para las mujeres.
Con frecuencia, la
sindicalización se asocia al hecho de ser empleado público, y aunque no se puede
afirmar que se trata de un fenómeno únicamente asociado a este sector, las
cifras muestran una mayor participación sindical de los empleados públicos. Lo
que se ha observado en Colombia durante las últimas décadas, es la mayor
participación sindical de los empleados de ese sector. Entre 1984 y 1992 la
sindicalización de los trabajadores públicos aumentó cerca de 20 puntos 9
porcentuales, mientras que la de los privados cayó en un porcentaje similar.
Este hecho coincide con Cassoni, Labadie & Fachola (2005) y Saavedra &
Torero (2005), que analizan la densidad sindical en Uruguay y Perú,
respectivamente, y encuentran una mayor participación de los empleados del
sector público en estas organizaciones.
Siguiendo a Booth (1986), la
decisión individual de pertenecer o no a un sindicato depende de la utilidad
que derive un empleado de hacer parte de él. Un individuo decidirá afiliarse a
un sindicato si la utilidad de hacerlo es mayor que la utilidad que obtiene al
no afiliarse, esto es: US – UNS > 0, donde US es la utilidad de pertenecer
al sindicato y UNS la utilidad de no pertenecer. En esta estructura, se supone
que la utilidad que deriva el individuo de estar afiliado al sindicato, no solo
depende de las características del individuo y las preferencias de éste por los
bienes que el sindicato le ofrece, sino
también de la disponibilidad de los bienes que ése sindicato tiene para el
individuo.
Desde una perspectiva histórica,
Urrutia (1969), señala el desempleo como el más grande enemigo del sindicalismo
y el salario sindical14. El argumento es que el desempleo genera un número
importante de trabajadores dispuestos a trabajar por un salario de subsistencia
y la existencia de este ejército de desempleados hace que se creen empresas que
contratan obreros, pagando salarios muy bajos, con la expectativa de quitarle
el mercado a las empresas sindicalizadas. El resultado es que en el largo
plazo, las empresas que pagan salarios por encima del mínimo costo están en
desventaja y dejan de crear empleo o cierran fábricas. Los trabajadores
sindicalizados pasan de recibir salarios por encima del promedio a no recibir
ningún salario. Tenjo (1975) en un estudio realizado para una muestra de
empresas manufactureras, encuentra que los sindicatos tienen efecto en la
determinación de los niveles de remuneración en esta industria y que han
logrado diferenciales salariales que pueden estar alrededor del 15%, 20% y tal
vez más15. Adicionalmente, la magnitud del efecto es relativamente mayor en
Medellín que en Bogotá. Goode (1980) examina el efecto de los sindicatos sobre
los salarios relativos en Colombia. El objetivo central del estudio es
determinar si los sindicatos incrementan los diferenciales salariales entre
obreros sindicalizados y no sindicalizados del sector manufacturero. Los datos
son del año 1972 y el método implementado es MCO. El principal hallazgo del
estudio es que no hay evidencia empírica de un efecto de los sindicatos sobre
los salarios en el sector manufacturero en Colombia.
Cuesta, L. (2005). Impacto de los sindicatos en Colombia:¿ Mayores
salarios y más desigualdad. Documento
CEDE, 45
Nidia Hiddalid Garcia Monsalve
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