Colombia es uno de los países con menor sindicalización en la región latinoamericana.
El sindicalismo en Colombia lleva cerca de 100 años, durante este periodo los
movimientos han logrado importantes avances en materia laboral y contribuido de
forma positiva al establecimiento de derechos fundamentales en las relaciones
de trabajo entre empresas y colaboradores.
Sin embargo, los
sindicatos denuncian que desde los años 70 la lucha en su contra ha favorecido
la disminución en el número de integrantes en las organizaciones. Hoy, la tasa
de sindicalización del país es de cinco por ciento, en promedio, mientras que
en otras naciones es mayor al 25 por ciento.
“El movimiento va en
decadencia desde el punto de vista de crecimiento, porque el modelo económico
que existe, acompañado de una política laboral desarrollada por los
empresarios, ha hecho que el sindicalismo se considere un factor de conflicto y
no una institución democrática”, afirma Luis Alejandro Pedraza, presidente de
la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT).
Los dirigentes de las
diferentes organizaciones del país manifiestan que esta crisis se ha dado por
la creación de sistemas de contratación como las cooperativas de trabajo
asociado, las bolsas de empleo y los contratos de servicio.
Además, otros factores
que han intervenido son la informalidad de la economía y las campañas de
desprestigio hacia los sindicatos.
“Nos han asociado con
organizaciones subversivas, también las conductas antisindicales hicieron que
varios trabajadores perdieran su empleo por pertenecer a una organización
laboral”, menciona Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General
de Trabajo (CGT).
Para el dirigente, el
movimiento sindical tuvo su época de oro en los años 70 y 80, luego inició un
periodo de violencia contra las organizaciones, lo que repercutió en una baja
tasa de sindicalización frente a países como Brasil, Argentina y Uruguay que
están por encima del 40 % de la población económicamente activa.
“Colombia es
considerada la nación más peligrosa del mundo para realizar la actividad
sindical”, recalca Luis Miguel Morantes, presidente de la Confederación de
Trabajadores de Colombia (CTC).
Sin embargo, los
sindicatos denuncias las constantes amenazas, intentos de homicidio,
hostigamiento y secuestro.
El caso de la CUT
demuestra la forma en que han sido afectados, la entidad nació hace 26 años con
1’246.000 afiliados y hoy cuenta con 630.000 afiliados.
“Esto prueba la
disminución del número de trabajadores organizados en Colombia y de esa misma
manera ha afectado a las demás sindicales obreras del país”, señala Pedraza.
Actualmente, las
organizaciones sindicales están liderando campañas para fortalecer la labor e
incentivar a los trabajadores a unirse. Además están luchando porque el
Gobierno y los empresarios ayuden a dar mayor credibilidad en los sindicatos y
respetar el derecho de asociación.
“Desde el sindicato los
trabajadores presentan peticiones, opinan de la situación del país, proponen
mejoras y tienen control. Todos los países donde el sindicalismo es fuerte son
países prósperos”, puntualiza Morantes.
Logros
alcanzados desde los sindicatos
Los dirigentes
mencionan los principales beneficios obtenidos a lo largo del movimiento:
- Incorporación a la
legislación interna del país y a los convenios internacionales de la OIT, como
el acuerdo 87 y 98 que dictan la libertad sindical, la negociación colectiva y
el derecho a la asociación.
- Creación de entidades
como el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), el Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar (ICBF), las cajas de compensación familiar y el Instituto de
Seguros Sociales fueron iniciativas presentadas al gobierno.
- Establecimiento del
salario mínimo legal, primas extralegales, vacaciones remuneradas, pago de
horas extras y dominicales.
- Inclusión de
medicina, seguridad social y pensiones de jubilación de forma directa en las
empresas.
- Representación del
movimiento campesino y comunidades negras.
- Instauración del estatuto
docente del Magisterio.
Nidia Hiddalid Garcia Monsalve